UN PUEBLO SIN FRONTERAS

"La frontera es grande porque estamos arrodillad@s"

Sueños Indocumentados

DECLARACIONES DE INDEPENDENCIA DESDE LA ZONA FRONTERIZA…

Como la escritora xicana Gloria Anzaldua escribió en su libro Borderlands/La Frontera, “esta tierra algún día fue México/ fue Indígena siempre/ y lo es/ y lo será de nuevo.”   

Primeramente quisiera reconocer a todas las comunidades indígenas afectadas por una frontera impuesta por extranjeros; tengo el deber de reconocer a la gente Tohono O’odham porque son la gente nativa de la área del sur de Arizona; lugar donde hoy escribo acerca de sueños indocumentados y declaraciones de independencia. 

Somos miembr@s de una comunidad que ha sido enterrada en el olvido mas profundo de la historia. Venimos de una comunidad sin rostro, sin nombre, sin existencia legal. Venimos desde el eco más distante, desde la sombra más oculta, desde la cueva más subterránea, desde la noche más oscura.

Estamos cubiert@s con cenizas de guerra de batallas peleadas en tiempos pasados. Nuestro silencio por fin se quebra y emerge desde el suelo más tembloroso hacia la superficie brillante de una tierra roja.

El debate migratorio es un tema explosivo. Especialmente estando en un año de elecciones presidenciales, nuestra lucha por la humanidad de los migrantes indocumentados se encuentra en los margines de un teatro político electoral. Pero la realidad siempre surge y aunque los políticos nos quieran ignorar, es indudable que hoy existen más de 12 millones de heridas abiertas que no se han curado ni con el paso de los siglos. Nuestros cuerpos oscuros cargan heridas tatuadas sobre nuestra piel antigua. Existe un gran sufrimiento en este país; un sufrimiento casi nunca reportado por los medios de comunicación corporativos. Y cuando es reportado nunca es de la perspectiva de la gente directamente afectada por la situación actual.

Hoy vemos el sufrimiento de mi gente; es un sufrimiento que se penetra debajo de mi piel, quebrando cada hueso, corriendo por cada arteria de mis venas, palpitando con cada latido de mi corazón ardiente. Es un sufrimiento profundamente enterrado ya por más de 500 años. Es un sufrimiento que hoy se puede ver con una simple mirada a nuestros ojos de color de la tierra; ojos eternamente ignorados; ojos eternamente condenados a navegar entre los basureros de esta nación de grandes oportunidades. Somos como ratones buscando el queso del sueño americano, pero viviendo bajo ilusiones y engaños, bajo realidades amargas y violentas. Pero un baldazo de agua fría pronto nos despierta de nuestro sueño americano y sentimos las espinas de una pesadilla americana que descansa arriba de montones de trampas ratoneras a lo largo del desierto suroeste.

Somos cuerpos infinitos en un éxodo de masacres silenciosas. Somos los más de 5,000 cuerpos encontrados en la zona fronteriza entre México y los EEUU desde 1994. Somos el cuerpo de Guadalupe, madre violada que soñaba con ser reunida con su hijo del otro lado. Somos el cuerpo del joven Antonio, baleado en la cabeza por la furia de un agente de la patrulla fronteriza. Somos el cuerpo de José, padre deshidratado cayéndose al suelo después de perderse a través del calor ardiente de pólizas estadounidenses que no perdonan. Somos cuerpos infinitos en un éxodo de masacres silenciosas—masacres escondidas en el olvido, enterradas en las arenas de un desierto abrasador. Somos cuerpos infinitos en un éxodo de masacres silenciosas—masacres marcadas con la sangre atascada sobre piedras desérticas grises que lloran a la vista de un genocidio callado. La cicatriz de la tierra esta fresca y la tierra llora por ellos.

En el interior del país existe la persecución de millones de nosotr@s. Hay sombras fugitivas que se esconden y hay sombras que se desaparecen completamente sin rastro alguno, porque la migra logro secuestrarlos. Sombras que dejan de ser sombras al ser capturados. Familias son separadas y se quedan miles de niños y niñas sin la presencia de sus padres. La crisis se vive cada día. La crisis se vive en la calle y en los hogares donde en cualquier momento un policía o agente federal puede hostigar a personas por vivir felices pero sin papeles. La crisis se vive en los sitios de trabajo donde redadas de inmigración intimidan y detienen a nuestra gente por querer vivir mejor. La crisis se vive en los centros de detención donde más de 27,500 de nuestros familiares están detenidos simplemente por querer ser libres.

Por esta realidad y por la lucha y el sacrificio de mi propia familia es que decidí escribir este libro. Sentí la necesidad de publicar Sueños Indocumentados y declaraciones de independencia desde la frontera porque hay un vacío inmenso en el debate sobre la “inmigración ilegal” por medio de la prensa y los políticos. Generalmente, nos desnudan de nuestra humanidad y nos pintan como “ilegales” que deben de ser maltratados o deportados. ¿Pero donde esta la voz de los seres humanos de la comunidad migrante?

También dentro del movimiento por los derechos de los migrantes hay otro gran vacío. En el movimiento, el debate se mantiene atrapado dentro de una perspectiva reformista con la orientación de pedirle al gobierno que nos trate mejor y que nos regale una reforma migratoria. ¿Pero donde esta la perspectiva “revolucionaria” que ya se canso de rogar y suplicar por algo que nunca viene?

Yo no pretendo tener las respuestas. Pero es mi esperanza de que esta pagina pueda comenzar o talvez fortalecer el dialogo sobre como podemos llegar hacia la auto-determinación y lograr la liberación completa de nuestro pueblo. Espero que mis palabras no se las lleve el viento y pueda apoyar la movilización y la organización de nuestra comunidad para que nuestra comunidad sea la que decida que camino tomar para lograr nuestra libertad. Lo que propongo es parte de una larga tradición de lucha y resistencia de nuestros antepasados—un legado anti-capitalista y anti-imperialista. Nada de lo que propongo viene de mí; mis palabras son más antiguas que el tiempo. Nada de lo que propongo es ni “radical” ni “revolucionario” porque querer vivir libres es simplemente lógico. Mis influencias más fuertes vienen de las escrituras y movimientos de los zapatistas de Chiapas, México y Malcolm X y el Black Panther Party (luchadores por la liberación africana estadounidense.)

Para concluir, el movimiento por los derechos de los migrantes es una lucha por la humanidad. Es una lucha global, internacional, universal. Es una lucha que no reconoce fronteras. Es una lucha más grande que cualquier individuo. Es una lucha sagrada que requiere de nuestro mayor respeto, compromiso, dedicación y sacrificio. Nuestro deber no es simplemente escribir, leer y hablar, si no organizar masivamente en la comunidad para que sus sueños indocumentados sean los que se convierten en nuestra propia realidad.

 desde la zona fronteriza… hacia cada rincón del universo.

¡PRESENTE!

Una respuesta to “Sueños Indocumentados”

  1. yaya raiz said

    gracias por tus palabras tan inspirantes, compañero…agradezco tu corazon rebelde que late por ver un mundo no solo donde quepan muchos mundos, pero donde tambien se unen esos mundos en busca de la justicia y la verdad. cueste lo que cueste.
    besos y sol,
    *y

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